martes, 1 de noviembre de 2011

Incomplete.

Y mirar como la noche va pasando junto al cristal, y observar como las gotas de lluvia resbalan por los cristales. Mirarte las manos, morderte las uñas, pensar que no deberías de hacerlo, y no poder parar. No tener el control de nada, ni de tu propio cuerpo, ni de tus hechos. Todo es oscuro, cuando estas dentro de la realidad. Es inutil, prefieres soñar. Pero te aburres de tener pesadillas, de caer siempre en los mismos huecos, de quedarte siempre sentado, de tener miedo a equivocarte. Y la monotonía se consume, sin tu noción del tiempo. Vas contando recuerdos, vas ahogando ti risa. Nada te deja dormir, te molesta tu respirar, giras a un lado, giras a otro, te pones música, te deprimes. Tienes hambre, no puedes comer; sed, el agua se hace salada. No dejas de pensar, en tu vida, en lo que sería. En todos tus problemas, en todos tus defectos. Tu vida no te quiere, y tu no quieres a la vida. Estas harto de seguir siempre el mismo guión, de equivocarte en la misma frase. Quieres cambiar, quieres ser alguién más que un desconocido. Piensas en tus amigos, ¿de verdad te quieren? O solo lo disimulan. Vuelves a caer en el olvido, vuelves a creer en lo perdido, miras fijamente por la ventana, sigue la noche. Y es cuando empiezas como siempre, a necesitarla.

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