martes, 17 de julio de 2012

Ain't no love songs to forget.

La noche se apaga y con ella la imagen de que tu estás a mi lado.
Tal vez esta sea la última vez que roce tus labios  y estos besos los últimos que dedique a alguien que no sea ella.
Cada reflejo de tus pupilas me dice que estamos mintiendo, fingiendo por superar un dolor que nos trae eternas noches solitarias.
Luchando por un amanecer que nunca tuvimos, y soñando despertar al lado de alguien que está demasiado lejos.
Busco tus manos y te susurro al oído qué podemos hacer, dónde estamos yendo. Pero los dos sabemos que no podemos empezar a vivir sin olvidar, sólo que yo no se admitirlo.
¿Dónde están mis promesas de dejarlo todo atrás delante de ti, de la felicidad? ¿Dónde está ella, dónde están sus sentimientos?
No podemos poseer aquel tiempo bajo las estrellas, no puedo partirme en dos. Nunca supe mentir.
Tus sueños describen a alguien mejor que yo. Mereces a alguien que sepa sanar sus cicatrices y regalarte noches de verano con esos besos que yo no puedo darte.


Si alguna vez consigo olvidar la comisura de sus labios al esbozar una sonrisa, el brillo de sus ojos aquella noche, el roce de sus manos, el timbre de su voz al susurrarme al oído cosas inolvidables, su carcajada, su forma de caminar...
Si alguna vez consigo seguir adelante sin echar de menos todas esas cosas que me hacen perder la cabeza, no dudaré en buscar tus ojos y susurrarte al oído todas esas promesas que dejamos en el aire aquella noche bajo las estrellas.

Whatever.

Tres bicicletas recorren en silencio el asfalto. Cada uno con su vida, con su música, con sus sueños... Los tres sonríen.
Pedalean buscando más libertad, aunque ya la han encontrado desde hace tiempo.
Guardan el equilibrio a cada pestañeo, felices de haber llegado hasta aquí, pero con más ganas.
Nada importa realmente cuando estás en lo más alto.
Vívelo, siéntelo y hazlo tuyo.
Si todavía no has llegado, consíguelo.

Hey you.

Tú que has despertado tantas veces con los ojos empapados de lágrimas, con libros en los que te ves reflejado a cada página bajo el brazo, y canciones que te derrumban con solo respirar.
Tú que has estado tan solo, tan triste, tan quemado, que has perdido todo lo que podías perder y te has sorprendido encontrando tardes de sonrisas que jamás repetirás.
Tú que lo das todo por perdido, que amas hasta romperte el corazón, que corres por tu vida sin saber adonde ir, y que gritas cuando todo va mal.
Tú que ahora lloras para luego sonreír, que escribes millones de hojas y las rompes en pedazos para no volver a sentir eso jamás.
Tú que eres tan frágil, tan inhumano, tan sensible, tan letal...
Si, tú que te marchas sin decir adiós, que podías haber cogido el equipaje y coger uno de esos aviones para llevar tu destino bien lejos de aquí, tú que nunca ganas... Algún día serás feliz.
Despertarás mirando a unos ojos con los que siempre has soñado, con miles de historias que contar y más fuerte que nunca. Abrirás los ojos y te verás en un sitio en el que te quieran de verdad, donde podrás cantar sin descanso y vaciar tu mente en un papel sin importarte nada.
Tú que ahora lloras en una esquina de un mundo que parece olvidado, tú que estás harto de todo y de todo el mundo, algún día lograrás vivir sin miedos, sin barreras, como a ti te gusta. Los momentos de mirar atrás te harán gracia y daño, pero podrás decir que a pesar de todo lo vivido, has llegado hasta aquí y has podido entender todas estas palabras.