domingo, 23 de octubre de 2011

Waiting for a rainy day.

Tan gilipollas como nunca, tan inoportuno como siempre. Viviendo siempre al filo de la felicidad, cayendo siempre en las tinieblas. Rompiendo vacíos, que inunden mi mente, buscando barro, en el que hundirme.
Ahora que todo esta así, tan mal, es cuando la humedad empaña todos los cristales, el agua llena lo inexistente, la vida quema con el Sol, mis manos matan con la Luna. Los cajones se llenan de polvo, repletos de historias incompletadas. Las tardes se coleccionan en mi reloj de arena, llenas de lágrimas que jamás debería haber llorado, repletas de orgullo y fragilidad.
Ahora el todo se ha convertido en nada, la lluvia ya no me llena, el viento se la lleva lejos, lejos de esta mierda de lugar.
Y si tal vez, no es para tanto, tal vez me equivoco como siempre, o solo sea un momento de odio hacia mi vida. Pero yo se que sí, no me hacía falta conocerle, tal vez eso ha cambiado mi rumbo, tal vez eso me haya hundido en la nada.
Pero me da igual, seguire viviendo lo que no me merezco y seguiré contando los minutos sin la alegría. Viviré soñando en imposibles, viviré llorando, y sin color.

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