Tu saludo ya no es el mismo, nos has remplazado tal vez sin necesidades. Has hecho un mundo sin problemas, pero has creado un vacío en el de los demás. Ya no oigo tu risa, ni tus consejos, ya no queda nada, en nuestro sueño adolescente.
Tu presencia se ha esfumado con el viento, en un instante, en un segundo. Ahora solo hay un Hola, un Qué tal ya es demasiado. Ya no vives soñando, porque los sueños no se pueden manipular. Y tu lo estas haciendo, estas interpretando ese sentimiento como una molestia, y estas dejando de ser tú. De ser esa persona que nunca se equivocará de camino, de esa que no deja de luchar aunque los golpes la tumben al suelo.
Y yo se que tú no eres así. Que tu nunca te rindes, que eres fuerte. Que detrás de esa sonrisa, y esa cara, hay un alma perfecta, sin rencores.
Porque siempre te recordaré como algo más que una amiga, eres una necesidad, eres algo importante. No te dejes cegar por las luces de la vida, no abandones el combate solo porque se te ha puesto un obstáculo delante, tu puedes con él, tu lo ganas, lo haces siempre.
Se que es difícil, que no se soluciona todo en un momento, pero quiero que sepas que estoy aqui para lo que quieras, que siempre te querré, aunque cambies. Porque nada se olvida y tampoco hay por qué olvidar.
Nunca dejes de soñar y de mirar adelante, nunca dejes de vivir. Que los años pasan, y con ellos envejecemos, y yo quiero verte aquí, siempre dispuesta, siempre despierta y con una sonrisa en la cara.
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