domingo, 24 de marzo de 2013

Sunset, sunrise.

Hace un momento, todo se caía.
El cielo era gris, y el asfalto mojado, mis manos vacías y la ventana empañada.
Otro día raro.
Como siempre, he decidido escribir.
Dicen que sólo logramos hacerlo de verdad cuando realmente lo necesitamos, y que hay momentos que nunca se acaban.
Pero, en realidad, todo se acaba.
La lluvia, las películas, el café, los libros, el tiempo.
Se acaban las palomitas, las tormentas y las carreteras. Las canciones, los sueños y las modas. La vida puede morir en cualquier momento, la Tierra puede dejar de girar, y pueden secarse los mares, y todas mis lágrimas.
Días como hoy, todo parece acabarse.
Pero, aún así, ahora, vuelve a salir el Sol.

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