Solo obtenemos una pequeña recompensa, nada de magia, no hay fantasías. La gente normal no cree en nada, no sueña en lo que de verdad desea, o simplemente, no sabe desear.
La sociedad no entiende de fuego, ni de lágrimas, ni de disculpas... Se limita a vivir al borde de todo. Contemplando como la vida que ya han perdido se les va de las manos.
Pero nosotros no somos así. Somos frágiles, en este mundo tan material, en el que la verdad no existe, y los secretos se rompen para poder verte llorar.
No podemos ser perfectos, ni siquiera tener algo de ello.
Limitémonos a sentir, como siente nuestro corazón. Guiémonos por nuestros latidos, porque los de los demás ya estan perdidos.
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