viernes, 28 de diciembre de 2012

I surrender who I've been for who you are.

Algún tren debió haberse escapado para llevarme hasta tí.
A tus pupilas dilatadas, a los iris de hielo y a los pasos lentos, temerarios.
Cuando te recuerdo, ni siquiera sé por qué nunca pude imaginar algo diferente.
Nunca me paré a pensar qué pudo ser de nosotros si nada hubiera ido como hasta ahora.
Lo único que sé es que si me hubiese cruzado contigo por la calle, si hubieses estado esperando al otro lado en un semáforo en rojo, hubiera sabido por lo que había estado viviendo todo este tiempo.
Nadábamos demasiado rápido en un mar demasiado grande, sin darnos tiempo a respirar, a sentir la agitación de cada momento. Sin dejar que sonaran las carcajadas, sin pensar que podíamos soñar algo mejor.
Huíamos de otras miradas, de otros abrazos, de otras batallas que ganar.
Tal vez por miedo a perder, a equivocarnos o tal vez porque nunca supimos hacer nada más.
Si ahora volviera a vivirlo todo, si pudiera estar ahí cuando te faltó la voz, correría hacia tí hasta quedarme sin aliento.
Cuidaría cada mirada, cada segundo en tus brazos, cada palabra, como lo hago con cada una de las frases que ahora te escribo.
Porque si este tren nunca se equivocó de camino, si nunca sentí el calor en tu roce, si este perfume nunca fue tuyo y si nunca me fijé en tu caminar, sabría que nada, pero nada en este mundo, podría hacerme más fuerte que encontrarme contigo.

1 comentario:

Littlehurtheart dijo...

Dios mío, es precioso.
Es difícil encontrar esos ojos que ya se han perdido, y más aún recordarlos. Intenta no olvidar esos ojos.

Un saludo :)