Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras y la velocidad de todas las cosas imposibles.
Me arruinan las prisas y las pérdidas de tiempo. El paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta las líneas rectas.
Me enervan los que no tienen dudas, los que no sienten, y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico y tanto sin sentido.
Parado frente al mar, mientras el mundo gira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario