jueves, 22 de octubre de 2015

Saxo.

Cuatro notas desencadenan la fiebre del saxo.
Es sábado y somos jóvenes.
Una silueta nos habla de Jazz. La luz se filtra. Los ojos mueren.
Nos aferramos a la imagen del gato negro que pasa. Y todavía estamos. Vivos.
Siento el latir. Constante. Camino.
Todavía, digo, todavía.
Todavía somos.
Todavía.

No hay comentarios: