Intento aprender de esos errores que a veces me tumban, sin saber por qué.
Y incluso cuando me veo, parezco estar seguro de ir por el buen camino. Hasta que uno de esos golpes, me devuelven a la realidad.
No me busques más allá de este andén. Porque aunque sé que debería abandonar el mismo tren de siempre, nunca tengo el valor de hacerlo.
Estoy congelado en la rutina, rodeado de recuerdos que de aquí unos años tal vez me sigan haciendo llorar. Estoy reinventando una alma que ha perdido todo su sentido. Construyendo mi muro con las cosas perfectas que nunca serán mías.
Sé que algún día tendré que salir de mi propia jaula. Coger todo lo mío, aprender lo que soy, y seguir adelante, con otros trenes y otros corazones de los que depender.
Pero ahora estoy aquí. Y mis huellas vuelven a mí siempre. Pero sigo.
Intentando hacer lo correcto en el lugar equivocado.
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