Prométeme que nunca habrá nada entre nosotros, y oblígame a no añorar aquellos tiempos en los que los silencios eran miradas, llenas de amor y sueños imposibles.
Prométeme que no marcharás, al ver dónde me he ido. Júrame que no lloraras, cuando no encuentres mis abrazos.
Prométeme que harás todo eso que nunca llegaré a hacer, en este lugar tan desagradable. Que no pondrás flores en mi tumba, y que me escribirás cartas aunque no las reciba.
Prométeme que si me vuelves a ver, me abrazarás fuerte, y te irás. Cómo te fuiste aquella vez, evitando el paso de esa lágrima.
Prométeme que no contestarás a mis llamadas, para que no me haga ilusiones. Que rechazarás cualquier regalo mío, y nunca aceptarás mi perdón.
Prométeme que no habrán excusas, al hablar de nuestro adiós. Que no te arrepentirás de nada, y que encontrarás a alguien mejor.
Prométeme que guardarás ese secreto, tan bién como tú sabes. Que en los días de lluvia me recordarás, y te acordarás de lo que pasó.
Prométeme todo eso, porque es lo mismo que yo haría por tí.

No hay comentarios:
Publicar un comentario