Cómo no sentirme culpable al verla llorar sobre ese rostro, con ese brillo imposible y esa dulzura fugaz. Cómo encontrar disculpas en esas lágrimas lloradas por nadie, derramándose sobre el papel, resbalándose en su equilibro.
El silencio no está mal, pero no me aleja de esa tristeza. Sólo hay vacío en la profundidad de sus ojos, y una pizca de azúcar en sus pupilas.
Porque leo sus palabras, al leer sus labios, y imagino sus versos, en su entrecejo. Mi mente flota sobre su luz, inundada por su silencio. Porque sueño en su nada, y despierto, con esa envidia de su virtud. Porque no hay nada que me aleje, de esa perfección inalcanzable.
Necesito no anhelar su sonrisa, al mirar por la ventana. Respirar y sentir ese alivio, sin importarme sus carcajadas. Llegar a vivir en ese mundo material, alejándome de su realidad fictícia. Notar que existe el mal, aunque camuflado por su hielo.
Sueño con ver que me necesita, que sus sueños están a mi alcance. Pero no hay vida si no es con ella, y en su mundo soy solo un amigo. Deseo ver que me necesita, pero no hay sitio para mí en ese juego, dice que su amor no existe, dice que se ha ido muy lejos.

"Your day breaks, your mind aches. There will be times when all the things she said will fill your head, you won't forget her"
No hay comentarios:
Publicar un comentario