Voy caminando y me atropella un coche al cruzar la calle. Y no pasa nada.
Intento cantar la canción que siempre canto cuando me quedo sin aliento. Y no me sale la voz.
Pido ayuda a gritos, corro, levanto los brazos.
Empiezo a sospechar que me estoy volviendo loco.
Huyo constantemente del lugar que ocupo, pero siempre vuelvo a él, y nunca a mí mismo.
El viento me atraviesa cuando me asomo a la proa de este barco que siempre se hunde.
Ya no pido ayuda a gritos, ya no corro, ya no levanto los brazos.
1 comentario:
Genial
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