Arañar todo mi cuerpo por desaparecer y irme tan lejos de aquí. Por enterrarme.
Hoy el Sol solo brilla para mí, diciéndome que no todo está perdido. Y prometiéndome que la vida continua por dolorosas que sean sus pérdidas.
Y es que a veces buscamos demasiado la felicidad, sin darnos cuenta de que podemos vivir sin ella.
Ahora solo tengo que prepararme para cuando mi alma corte las cuerdas y se deje caer.
No dejar de romperme debe de ser una parte de mí. Pero no importa.
Dicen que da igual como seas si eres capaz de dominar lo que te hace más daño.

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