Desafié a todos mis sueños por amarte, con ese amor que no entiende de dolor, ni de medidas.
Supongo que yo te quería con cada mísera parte de mi ser.
Y ahora, aunque sigas a mi lado, sé que nunca me querrás como antes.
Ojalá pudieramos crear un nuevo amanecer, sin mentiras, ni secretos. Y entre tu color naranja trazar mi azul perdido.
Ya es tarde para la amistad que teníamos antes.
Has robado todo lo que quedaba de mí en este monstruo. Y ahora ese amor que parecía irrompible, se ha vuelto flaco y melancólico.
Yo solo intentaba ser perfecto. Debería saber que nunca podré serlo.